8 de noviembre de 2024

La fachada y el tejado son partes fundamentales de una vivienda, ya que la protegen del clima y el paso del tiempo. Rehabilitar estas áreas no solo mejora la estética del edificio, sino que también contribuye a su durabilidad y eficiencia energética. Aquí te explicamos cómo y cuándo es necesario hacer una rehabilitación.
1. Señales de desgaste y deterioro
Las grietas, la pérdida de color o la presencia de humedad son indicativos de que la fachada o el tejado necesitan una intervención. Ignorar estos problemas puede derivar en daños más graves, por lo que es importante estar atento a estos signos y actuar a tiempo.
2. Beneficios de la rehabilitación
Además de mejorar la apariencia de la propiedad, una rehabilitación de fachadas y tejados ayuda a mantener el calor en invierno y a reducir el consumo de aire acondicionado en verano. Esto se traduce en un ahorro de energía y en una disminución de los gastos en climatización.
3. Materiales para una rehabilitación duradera
Los materiales resistentes a las inclemencias del tiempo, como la piedra o los revestimientos impermeables, son ideales para fachadas. En cuanto a los tejados, las tejas cerámicas o de pizarra son opciones duraderas y estéticamente atractivas.
4. Aspectos legales y permisos
Es importante consultar con el ayuntamiento las normativas para la rehabilitación de fachadas, ya que en algunos casos se requieren permisos específicos. Además, en zonas históricas, puede haber regulaciones que limiten el uso de ciertos materiales o colores.